Tubbataha y Mama Ranger
Esto no va a ser una entrada de un post al uso. Se trata de un artículo largo sobre un lugar magnífico de nuestro planeta agua, pero sobre todo, de la persona que ha logrado que sea uno de los lugares donde aún «existe el paraíso» submarino, esa gente a la que todos deberíamos estar agradecidos.
Con un 80% de la riqueza de arrecifes de Asia, y más del 50% del de todo el planeta (¡¡más de la mitad en un punto tan minúsculo, es increíble!!), este pequeño arrecife formado por 2 círculos, en medio del mar de Sulu en Filipinas, es una maravilla natural y sobre todo el reconocimiento a la dedicación y esfuerzo de una mujer, cuya tenacidad y amor por los océanos, lo ha hecho posible. Pero no voy a hablar del lugar ya que hay numerosos artículos y escritos que dejan patente lo increíble de este lugar. Voy a escribir de la mujer que se desvive para su protección y conservación.
Ella es «Mamá Ranger», Angélique Songco, a quien he tenido el enorme placer de conocer y compartir con ella una semana a bordo, en su «casa». Me ha contado cómo se llega hasta este punto y me ha dejado tocada, muy tocada, y tremendamente sensibilizada por su historia y la de este remoto trocito de mar, que ahora considero un poquito mío.
Mama Ranger, una vida por y para Tubbataha
Esta mujer de intensa mirada, profunda sonrisa, naturalidad y alegría, tiene a sus espaldas el reconocimiento de toda la comunidad de buceadores y amantes y defensores de la vida marina, por un increíble trabajo y esfuerzo personal en pro de un lugar totalmente aislado en el Mar de Sulú, (Filipinas) al que ha devuelto la vida. Ella ha evitado que caiga en la desgracia de tantos otros arrecifes antaño llenos de vida, hoy estropeados, descoloridos, rotos, tristes y al borde de la muerte, como la mismísima barrera de Coral Australiana y tantos otros fondos marinos que en nada se convertirán en cementerios submarinos.
Una sola persona que ha logrado lo que hoy es Tubbataha, y que sin duda alguna merece que nos quitemos el sombrero y sobre todo que aprendamos la lección:
Se puede.
Y sobre todo… SE DEBE.
Breve historia de Tubbataha
Alrededor de 1980 unos pescadores de Palawan contaron a un hombre de su pueblo al que le gustaba el buceo, que habían encontrado por casualidad un lugar muy lejos de la costa donde había infinidad de peces, hasta el punto de llamarle “el supermercado del pescado”. Era muy complicado llegar hasta allí, por todo lo que implica esta lejanía en mar abierto: tiempo, peligro y sobre todo dinero. Pero tanto despertó sus ganas de verlo que reunió a unos amigos de confianza y con mucho esfuerzo, alentado por las ganas, pudieron reunir todo lo necesario, económico, material y personal, para llegar hasta allí acompañados del pescador.
Lo que encontró le fascinó, y allí comenzó el “descubrimiento” del arrecife de Tubbataha que significa “tierra que se muestra o desaparece según las mareas”, ya que es un arrecife que no sobresale, que unos escasísimos trozos de arena que salen del agua, pero que cuando sube la marea, o en determinadas épocas del año, queda totalmente sumergido bajo el agua.
El lugar era increíble, y dado que ya se dedicaba al buceo, comenzó a llevar gente. Allí mismo preguntaban a los clientes “¿qué quieres cenar hoy? ¿Langosta? ¿Mero? ¿Caballa?….” y según la respuesta, se lanzaban al agua y volvían a bordo con la cena fresca. Evidentemente, eran otros tiempos, pero esta abundancia no hacía para nada pensar que pudiera terminarse, y lo disfrutaban como antes se hacía en tantas cosas, sin pensar en las consecuencias…
En 1982, su mujer, también buceadora y enamorada de los fondos, lo acompañó por primera vez y se quedó tremendamente impresionada con el lugar, al que volvía tanto como podía para disfrutar con su incansable entusiasmo de todo lo que el océano le regalaba cada momento.
Pasaron los años, y como todo lo maravilloso que es tocado por el hombre, empezó a verse degradado. Menos peces, corales rotos, zonas destrozadas…. No era difícil darse cuenta, pero no siempre sabemos estar atentos a las señales.
Quizá porque la sensibilidad femenina sea distinta, quizá porque tenía que ser así, tardó poco en darse cuenta que algo serio estaba pasando; los huevos de las pocas aves que viven en los limitadísimos trozos de arena del arrecife estaban siendo robados; la pesca se descontroló usando sin medida dinamita, cianuro y artes nada respetuosas; las tortugas desaparecían y morían; los grandes bancos de peces eran cada vez más pequeños…. ¡¡¡El paraíso corría el riesgo convertirse en un desolado y devastado arrecife!!!
Por suerte para todos nosotros, se lo tomó tremendamente en serio; empezó a levantar la voz, a tocar puertas, a despertar conciencias, a llamar la atención y gritar en alto que algo había que hacer para que Tubbataha no acabara destruido como tantos otros lugares de nuestros océanos.
Mamá Ranger
Os presento a Angelique Songco, el alma mater del hoy llamado Parque Nacional Marino Tubbataha, ejemplo de gestión de Parque Marino, el mejor llevado de todo Asia/Indonesia y de los mejores del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y sin duda alguna de los mejores lugares para bucear de nuestro planeta agua.
Esta mujer, con tremenda voluntad, coraje, fuerza y motivación ha conseguido remover cielo y tierra para poner Tubbataha en los mapas, y recuperar y proteger sus tesoros.
He tenido la enorme suerte de compartir con ella un vida a bordo en el barco Discovery Adventure, y os puedo asegurar que sentir su pasión, notar su energía, escuchar sus motivaciones, verla actuar y disfrutar de su charla y su compañía ha sido una experiencia tan buena como el propio buceo. Es una mujer muy discreta pese a su grandeza, sencilla, tranquila, sonriente…, sabes quien es porque te lo dice la gente de alrededor con auténtica admiración y todos, unos y otros te cuentan cosas, y porque su licra corporativa del PNT con el “MAMA RANGER” a la espalda no pasa fácilmente desapercibida.
Le llaman Mama Ranger, porque es una madre para los Rangers; los cuida, los mima, los quiere, los ayuda, les transmite su pasión, les convierte en sus manos, en sus pies, en su corazón multiplicado por y para el océano. Me llamó la atención como resplandecía cuando estuvimos en la Ranger Station, de eso que notas sin lugar a dudas que “ese” es su lugar, donde la felicidad le sale por todos los poros.
Quise saber todo lo que quisiera contarme de cómo ha llegado esto a ser lo que esto es, cómo ha conseguido algo tan complicado, qué dificultades se ha ido encontrando, qué necesita, qué futuro hay…. y creo que es obligación conocer de lo que es capaz una mujer, motivador para nosotros, buceadores o simplemente amantes de la naturaleza, si realmente queremos seguir poder disfrutando de increíbles inmersiones en cualquier parte del Azul.
Porque las cosas bonitas que tenemos la suerte de encontrarnos ya hechas, no salen de la nada, ni son fáciles de lograr. Aquellos parajes Naturales que siguen siendolo, están así porque hay gente como ella y como muchos otros, que se dejan la vida por protegerlos, mantenerlos, darles voz y lugar… Por eso es necesario conocer, descubrir, admirar y tomar ejemplo de esta gente tan increíble que puebla nuestro planeta.
Una historia de lucha y tenacidad
Desde las primeras llamadas de atención, lo cierto es que la respuesta no fue demasiado intensa, pero sí que se logró que cargos importantes, especialmente sensibilizados por la riqueza natural del país, pusieran los ojos en este lugar. Los primeros logros de Angelique, llegaron al conseguir en los inicios una mezcla de apoyos públicos y privados, con muy pequeñas contribuciones, que fue dando forma al proyecto.
Tras años de lucha e insistencia, en 1988 la Presidenta Corazón Aquino lo nombra Parque Natural, un primer e importante paso, siendo además el primero del país, y años más tarde, el reconocimiento a nivel mundial llega en 1993, cuando la UNESCO lo declara Patrimonio de la Humanidad.
El momento decisivo fue el apoyo del entonces Presidente de Filipinas, Fidel Ramos, que era buceador y en sus inmersiones en el lugar pudo entender personalmente la complicada situación del tesoro que tenía su país y que estaba en grave riesgo de perderse. Él mismo, buceando en Tubbataha decidió que había que hacer algo, y en 1995 reunió a varios sectores para crear una fuerza común de protección del arrecife: creó un equipo formado por miembros de la Armada, la Guardia Costera, Gobierno Local y el propio TMO (Tubbataha Managemente Office) con una misión común, una misma visión, una misma dirección y un objetivo a cumplir: cuidar, proteger y mantener el arrecife como prioridad absoluta.
Con este primer e importante apoyo y empuje, gracias al interés del Presidente y el refuerzo de todas las fuerzas implicadas, en el año 2000 se construyó la estación de los Rangers, Ranger Station, punto de control del arrecife, tanto desde estudios de campo, como con las tareas de vigilancia de actividad de barcos y personas por parte de los Rangers, los cuidadores del arrecife. Desde entonces, y aunque hay varios proyectos de mejoras, cambios y remodelación de la estación, sigue como entonces fue diseñada.
Pese a todo, no era suficiente.
En 2001 Se creó una ONG pero hacía falta mucho soporte detrás.
Angelique visitó a los responsables del Gobierno, de la Armada, de Agencias importantes de conservación del medio ambiente… pero nadie hacia caso, ya que estaban muy ocupados en otras cosas y un lugar perdido en medio del mar, que ni siquiera se ha visto, ¿a quién puede importarle?
Fue WWF quien respondió a la llamada y abrió una oficina de gestión en Puerto Princesa, capital de Palawan, asumiendo los costes del proyecto durante dos años. Ciertamente se hicieron muchas cosa, pero es un tiempo corto para un trabajo tan a largo plazo; poco a poco se iba terminando el dinero, y aunque ya estaba en marcha un gran proyecto, las necesidades no estaban cubiertas, había muchos frentes abiertos, y no eran conocidos ni nadie aportaba nada como para asegurar la continuidad. Los apoyos, muy entusiastas al principio, iban reduciéndose y gran parte de la labor de gestión pasaba por cuidar muy mucho de lo que se hacía con el poco dinero que había, porque no había previsiones de que llegara más.
Hoy en día sigue sin haber ninguna certeza de que se pueda seguir manteniendo toda la estructura, ya que no cuentan con ningún fondo económico fijo o sostenido que lo haga posible.
El Gobierno le lava bastante las manos, siendo su única aportación el pago de los salarios de los Rangers, no aportando ni haciendo absolutamente de nada más..
Las fuentes de financiación proceden de donaciones esporádicas de particulares y algunas empresas, y los operadores de buceo hacen un gran papel de colaboración y ayuda, además, cada buceador paga una Tasa del Parque, pero todo esto es realmente poco y no cubre las necesidades, especialmente teniendo en cuenta que la temporada de buceo es muy corta, sólo 3 meses de marzo/abril a mayo/junio.
Actualmente, una gran empresa, Shell, es la gran patrocinadora, haciendo una importantes aportaciones para investigación, pero nuevamente esto es algo incierto, ya que este tipo de acciones suelen depender más de la persona que esté a la cabeza del departamento correspondientes, y si cambian o la compañía cambia de orientación, desaparece sin más. También es cuestionable que precisamente una empresa petrolera, con actuaciones totalmente degradantes en el medio marino, como todos sabemos, sea la principal mecenas de un arrecife en medio de ninguna parte y puede llevar a opinar que aceptar este dinero es en cierto modo contradictorio, pero igualmente hay que entender varias cosas: es imprenscindible y no hay más ingresos; posiblemente lo hagan como «lavado de cara» y sobre todo, si esto es así es porque la persona decisiva a la hora de determinar a quien y cómo se ayuda, es una mujer totalmente implicada y comprometida con el proyecto de Angélique y la fundación, con lo que se puede temer que si cambia quien se sienta en el sillón, esta destacada ayuda pueda también desaparecer.
Realmente no es nada sencillo gestionar algo así.
Tubbataha Marine Park hoy
En efecto, la situación actual es muy complicada: haría falta una financiación estable y continuada para poder gestionar los recursos, hacer una planificación de investigación y poder mantener, promocionar y avanzar. Pero sin dinero, todo lo demás, se tambalea y no se sostiene, y no hay muchas perspectivas de que el Gobierno Filipino, quien realmente tendría poder, posibilidades y fuerza, esté siquiera planteándose que este lugar tenga alguna relevancia.
Todos los años se hacen varias salidas de investigación; Se intenta hacer al menos dos o tres, pero es complicado llevarlo a cabo por las condiciones metereológicas fuera de la temporada, así que suele ser siempre de marzo a junio y, como siempre, depende del presupuesto. Cada salida tiene un coste de unos 25.000 $ sólo del barco, y aunque se haga en gran parte con voluntarios, hay que añadir todos los costes del trabajo, material, estudios posteriores…. Los equipos de investigación están formados por personal de TNP, voluntarios, científicos, consultores, con gran entusiasmo, interés y dedicación. Pero todas estas cualidades no llegan donde el dinero es imprescindible.
El trabajo de investigación de TMO, tanto por los estudios recopilados en los viajes de investigación, como por el trabajo diario y continuado de los Rangers en el arrecife es de gran importancia, no solo para Tubbataha, sino para todo el conocimiento del medio marino en general. Se hace contaje de las diferentes especies residentes para saber si aumentan, disminuyen, varían (tortugas, tiburones, napoleones, mantas, águilas, tiburones….), estudio de las aves y anidación, algunas de las cuales son endémicas y sólo se encuentran aquí… Se hacen seguimientos, se vigilan corales enfermos o rotos y su recuperación, migraciones, apariciones de especies esporádicas, o falta de encuentros de otras…
Como no podía ser de otra forma, colaboran con Organizaciones internacionales como Manta Trust, para la identificación de los ejemplares que aparecen en el arrecife (las mantas se identifican por las manchas que tienen en su vientre, como si fueran sus huellas dactilares), así como con otras dedicadas al estudio del Tiburón Ballena, que también frecuenta estas aguas, en su paso hacia no se sabe bien dónde.
Por tanto, todo este trabajo es tremendamente importante, no sólo para Tubbataha sino para la Oceanografía en conjunto. Por ejemplo, se sabe que aunque la población de tortugas es muy grande, el 80% de ellas son juveniles, tan solo el 20% adultas. Se ha visto que la anidación y nacimiento se lleva a cabo en otras islas, que a Tubbataha vienen a crecer, y que cuando son adultas vuelven al mar y se distribuyen a muchos otros lugares, a los que hay que continuar siguiendo la pista. Nos ayuda a conocer más de la vida de tantas especies de las que tanto nos falta por descubrir….
Asusta pensar que tanta riqueza medioambiental pueda quedarse en nada, por el absurdo del desequilibrio de reparto de fondos y la insensibilidad de un Gobierno que no es capaz de reconocer lo que tiene en su territorio.
El día a día de los ángeles del arrecife
El personal de TNP es principalmente Filipino, y también los Rangers. Cada 2 meses se hace un relevo de los 12 rangers, que están formados por las distintas organizaciones. Regularmente se hace una selección de 200 Militares y 150 Guardias Costeros a los que se les imparte conjuntamente una formación muy completa y específica, para que estén preparados para poder ir a la misión y a los que son elegidos para cada relevo, se les hace un entrenamiento adicional previo a su estancia, tanto para potenciar y reforzar sus habilidades y requisitos, como para garantizar que podrán llevar a cabo su tarea.
Hay un exigente y estricto protocolo para tener la seguridad que estos chicos están verdaderamente formados, concienciados y motivados; es fundamental que les guste este trabajo y forma de vida, porque aunque sea solo por dos meses, y desde fuera pueda parecer idílico, la realidad es que resulta muy dura la vida en estas condiciones, especialmente los meses en que no hay operativa de buceo porque la metereología no acompaña.
Aunque se ha probado incorporar voluntarios junto con los Rangers, actualmente no hay más personal que ellos, ya que es realmente complicado. Basta ver el dormitorio para imaginar cómo tiene que ser la adaptabilidad de la persona, y hay que tener en cuenta también las nada desdeñables diferencias culturales, académicas e incluso idiomáticas para un lugar tan reducido, con unas instalaciones mínimas, sin ninguna comodidad y donde además, la naturaleza muestra todas sus caras, desde la más bella hasta la más terrible.
Me enseñaron toda la estación y realmente te cuestionas como puede ser la vida diaria aquí de 12 personas durante 60 días. Se encuentra construida sobre pilares por obvias razones, y no hay nada más alrededor que agua y una mínima franja de arena donde se entretienen los ratos libres jugando al voleyplaya.
El dormitorio es una sala alargada con literas pegadas unas a otras, con el armario incorporado, nada espaciosas ni grandes. Los 12 rangers duermen aquí, no hay más habitaciones. Si estiras la mano tocas la de al lado, y ni en la de arriba ni en la de abajo, puedes estar sentado con comodidad, a no ser que seas muy pequeño (algo que afortunadamente los filipinos, suelen ser, con lo que es un punto a favor… un chico alto y grande creo que tendría serias dificultades para estirarse en estas camas).
Un par de puertas que dan a pequeñas habitaciones llenas de trastos que utilizan de almacén de todo tipo, y el paso a la cocina, pequeña y poco equipada, y a una especie de patio donde tienen «el huerto». Unas escaleras llevan a la oficina, la única estancia en el piso superior, y más allá solo mar, mar y más mar.
El comedor es un porche totalmente abierto, sólo cubierto en el tejado, con unas vistas impresionantes, eso sí, pero donde la intranquilidad debe pesar cuando alrededor las olas superen los 3 metros habituales de cualquier temporal medio. Además tienen una sala con el «merchandising» para que los visitantes aportemos algo más comprando camisetas, bandanas y licras, y alrededor de la casa, una terraza con vistas al impresionante mar.
En cuanto a la comida, todo lo que van a necesitar durante los 2 meses de estancia, se trae a la vez que la nueva tanda de rangers. Preparados, envasados y por supuesto agua, ya que no hay absolutamente ninguna opción de encontrar agua dulce. Hay que calcular, almacenar y estudiar bien las provisiones, ya que las temperaturas son altas, no tienen buenas condiciones, el frío es una quimera y las condiciones no son las mejores. Los rangers son los únicos autorizados para pescar, siempre y sólo para su consumo, y con un regulado control de especies, cantidades y tamaños de los individuos.
La temporada de buceo es la más agradecida; todos los barcos paran en la estación, la gente va a visitarles, conoce el sitio, habla con ellos, hacen visitas periódicas a los barcos, comen rico, tienen bebidas frescas, refrescos, variedad de delicias y “regalos” maravillosos (como la última red de voleibol que resplandece con sus llamativos colores).
Pero sobre todo es agradecido por el contacto humano, que es variado y gratificante. Tienen una gran relación con las tripulaciones de los diferentes barcos, a los que ya conocen de semanas y temporadas, les llevan cosas, pasan buenos ratos y es una bocanada de aire fresco en la inmensidad de la nada…. Los buceadores les preguntan, les agasajan, juegan con ellos, se crea buen rollo…. Están felices.
Pero el resto de los 8 meses, absolutamente nadie va a ese lugar salvo el barco que lleva y trae a los relevos y el avituallamiento cuando comienza y termina la estancia. Lluvias, temporales… nada en el horizonte, sólo 12 chicos a más de 12 horas de navegación de la costa más cercana, donde ni los helicópteros pueden llegar con facilidad. Han de estar en perfectas condiciones de salud, forma física y equilibrio mental, ya que la enfermedad más leve, en este lugar tan alejado de todo, inhóspito y solitario, puede convertirse en un grave problema.
Verdaderamente, merecen nuestro mayor respeto estos ángeles del mar.
En Acción
Nuestra semana fuimos testigos de lo complicado que es lidiar con gente sin escrúpulos.
Las normas de buceo en Tubbataha son tremendamente estrictas tanto por seguridad dado que se está en un lugar remoto, como por conservación del arrecife (no se permite bucear con guantes, no se puede llevar ganchos de corriente, ni pointers, por supuesto prohibido tocar ningún animal, hay que controlar el aleteo para no dañar los corales, no se puede perseguir ni estresar a los animales, prohibido bucear solo, siempre se entra y se sale con el guía, no se nada contracorriente…..) y las multas por incumplirlas pueden ser importantes, pero todos sabemos lo fácil que nos resulta a los humanos saltarnos las reglas y ser descuidados.
En una inmersión, vimos a un fotógrafo de otro barco haciendo polvo el coral porque se agarraba y lo pateaba sin el más mínimo cuidado. Estaba solo y Adrián, nuestro guía, le llamó la atención, pero él, en vez de pasar vergüenza, se enfadó, le hizo un gesto llamándole loco indicando que haría lo que le diera la gana, y siguió apoyándose y rompiendo corales para, paradójicamente sacar una foto de algo bonito que ya dejaría de serlo por su comportamiento. Un compañero del grupo le hizo video, para que quedara constancia, y al terminar nuestra inmersión, se notificó a Mama Ranger, quien de inmediato fue con algunos Rangers y el barco patrulla a hablar con los responsables de su barco. Se encontraron con la sorpresa de que mandaban buceadores ¡¡sin guía!! De este modo, el control es inexistente y de ahí los comportamientos pasotas. Alguien que no quiere guía que le enseñe lo bueno, que paga menos para ir a su aire, es que quizá no debería dormir muy bien por las noches. En este caso me contó que se puso la sanción al armador, no al buzo ya que entienden que la culpa es de quien no sigue las reglas y no pone guías por abaratar costes. De este modo, quizá le interese más poner un guía, que están perfectamente instruidos y controlados, que no seguir pagando sanciones, ya que desde este momento están en el punto de mira de los Rangers.
La otra ocasión en que vimos actuar a la patrulla Ranger fue más desagradable para todos. Alguien se encontró un fusil en el arrecife, se habría caído de un barco (está totalmente prohibida la pesca, como es lógico), y como estaban seguros de qué barco era, fueron a realizar la inspección: neveras, cabinas… todo. Pero es demasiado fácil esconder cosas en un barco, tirar peces muertos al mar antes que lleguen, negar lo que se sabe pero no se puede demostrar. Y además, al tratarse de un barco privado, alquilado por gente con mucho dinero, que dicen no importarles si tienen que pagar una multa…. ¿qué puede esperarse??
Es una labor difícil. No todos somos buceadores admirando y respetando, y sufriendo cuando accidentalmente damos con nuestra aleta en un coral….
Dificultades actuales
Aunque los problemas económicos son muy acucientas, no son los únicos a los que se enfrenta Tubbataha.
Por mencionar otros:
– Pese al gran trabajo de difusión y su reconocimiento internacional del PN, el propio Gobierno Filipino, que ignora y da la totalmente la espalda a uno de los mayores tesoros de Filipinas…. Los políticos no muestran ni el más mínimo interés en hacer algo por este lugar, del que ni saben, ni ven, ni sienten… Cuando algo no se ve…. No existe y a nadie le preocupa.
– La vida Marina sigue viéndose amenazada. El tráfico marino es cada vez mayor en todos los océanos, y con ello llegan problemas como el aceite que cada vez forma más parte del agua de mar y que en un momento dado, por un accidente, podría ser trágico para el arrecife. Por no hablar de las basuras, o el peligro de un varamientos o hundimientos.
– La propia Naturaleza. Ha habido algunas zonas que han experimentado blanqueamiento del coral, por suerte se ha ido recuperando, seguramente fue efecto del Niño. Cada años los temporales sacuden con fuerza, las olas, las tormentas, los tifones… atacan sin piedad y rompen todo lo que encuentran en su camino, no siendo inmunes los arrecifes. Pero al final, hemos visto que la naturaleza por sí sola, sigue su curso, que se recupera, que se regenera y vuelve a resurgir.
– El relevo. Angélique dice que necesita alguien que le tome el testigo, que ya son muchos años y que su cuerpo no aguanta lo de antes. Me cuenta que antes siempre acompañaba a los Rangers en el relevo y volvía con los que terminaban, esto es, cada dos meses, pero que ahora, si el mar no acompaña (y esto está en medio de nada, no lo olvidemos), una navegación con olas le deja 3 días sin poder salir de lo mal que se encuentra… Ya no puede hacerlo de continuo, y lo siente en el alma, porque estos chicos son “sus niños”…. Pero no hay nadie detrás que realmente pueda ver como la continuidad; tiene un equipo de gente joven, pero sus ojos se ensombrecen cuando me dice que no hay nadie detrás, y es una preocupación que pesa sobre sus hombros.
– Increíblemente, la Política internacional también juega en contra. Recientemente el gobierno Francés prohibía en sus recomendaciones viajar a Filipinas por acontecimientos ocurridos en algunas islas contra turistas; y también los Alemanes han reducido mucho su presencia
Qué se puede hacer por Tubbataha
Resulta por tanto imprescindible el apoyo de todos para que el Gobierno se “entere” de lo que tiene y tome medidas que puedan garantizar la continuidad de este trabajo de protección del arrecife.
Para ello es muy bueno el papel de la gente “importante” que llega aquí. Muchos «famosos» han estado aquí, me cuenta del Príncipe de Dinamarca, que es un gran buceador, o Alberto de Mónaco que participo en el marcado de una tortuga (ellos mismos pagaron todo el caro y sofisticado equipo satelital, aunque fue todo asesorado y controlado, y siempre son los rangers los que saltan desde los barcos para hacer el marcaje de individuos), y a quien hace poco enviaron una foto de “su tortuga” cuando volvieron a encontrarla, a la que llamaron “Jacks” por el nombre de su hijo… Me explica que le hizo mucha ilusión, que se la enseño toda la familia, y todo esto hace que hablen, que lo digan en sus círculos.
Por eso tratan de atraera a los importantes, los de influencia, los que de verdad podrían hacer algo sostenible ya que disponen de medios, de recursos, de contactos y sobre todo de mucha repercusión mediática, que podría a su vez, poner Tubbataha en el lugar que debería estar.
Pero no, no hay que ser rico o famoso para poder hacer algo.
Hay muchas otras formas de ayudar, es fácil hacer algún donativo de lo que cada cual pueda (en la web figura la cuenta y las formas de hacer aportaciones, ya sean económicas o de material), participar en voluntariados o estudios, pero sobre todo, lo que más podemos hacer nosotros, buceadores, es, sencillamente: IR A TUBBATAHHA.
Una recompensa doble, el arrecife gana para poder mantenerse y nosotros disfrutamos de un auténtico paraíso del buceo. Es un “win-win” total!
Actualmente 12 o 13 barcos que tienen permiso para operar en la zona, pero suponen solo el 30% del total del número de buceadores que podría asumir el arrecife. De cualquier forma, no es para nada su interés de aumentar este cupo, no cree que el dinero del buceo fuera a hacer la diferencia, y perdería parte de la magia.
También pueden ir barcos particulares, previo permiso, siempre pasando por sus manos y con una fuerte inspección y compromiso de cumplimiento de normas y requisitos, que aunque son difíciles de controlar, el TMO y los Rangers se encargarán de vigilar.
Confidencias
– ¿Sabes cual fue mi momento revelación aquí, Hellen?
Pensé que me iba a contar un encuentro épico con todas las especies marinas acercándose a ella a al vez…. Pero no, una vez más me sorprendió su sencillez y profundidad…
– «Estaba buceando a unos 26 metros, y miré arriba. Vi la superficie del agua…. ¡¡y un pájaro volando bajo sobre ella!! ¿¿Te das cuenta de lo que significa?? ¡Estás a casi 30 m y con esta transparencia de agua, puedes ver un pájaro volar! Ese fue sin duda el highlight que me hizo sentir todo lo que llevo dentro por Tubbataha…
La Fundación necesita unos 400.000 dólares anuales para su mantenimiento. Realmente no es mucho dinero para una Organización de este tipo. Mucho menos de lo que ha robado cualquier de nuestros políticos en un par de operaciones de recibir sobres o recalificar terrenos….. Me parece increíble que no puedan contar con lo suficiente como para cubrir esa cantidad, para nada exagerada.
Me dice Angelique que para este año próximo tienen fondos, pero que no sabe qué pasará el siguiente, si podrán continuar o no, la mirada en ese momento se le nubla y parece no querer pensar en algo que lleva dentro, aunque a la vez lo dice con una gran serenidad.
Escuchar esto me deja un sabor agridulce y una sensación extraña y de gran tristeza.
Pero por otro lado, se que ella nunca va a abandonar Tubbataha, ya que es su vida, su alma, su corazón y estoy segura que toda la fuerza que transmite y contagia será la que seguirá manteniendo vivo este santuario, de una u otra forma.
Cual sería tu mensaje para los buceadores españoles, Angelique?
VENID A TUBBATAJA. MERECE LA PENA Y OS NECESITAMOS.
VENID…. DESCUBRIRÉIS ALGO ÚNICO.
ESPERAMOS Y QUEREMOS SER UNA INSPIRACIÓN PARA OTROS
Nota personal: Como responsable y propietaria de la agencia Buceoyviajes.com y por mi compromiso personal con causas que merecen la pena, vamos a implicarnos en este proyecto y ofrecer nuestro granito de arena: por cada reserva realizada con nosotros, haremos una aportación económica a la Fundación de Angélica y el PNT. Espero que lleguemos a mucho y podamos ser un referente los españoles.
Notas prácticas:
Cómo y con quien ir
Temporada: de marzo a junio.
Localización: Filipinas. Hay que llegar a Puerto Princesa, isla de Palawan, y allí se embarca en una travesía de unas 12 horas de navegación. Se recomienda llegar la noche antes, ya que el barco zarpa a medio día, y quedarse la noche del día de llegada, por si hubiera retrasos debidos al estado del mar.
Para planificar, hay que tener en cuenta que los vuelos en Filipinas tienen retrasos, incluso de varias horas, con muchísima frecuencia.
Es un vida a bordo en el que únicamente se toca tierra el día que se visita la estación de los Rangers, y aun así es solo “arena”
Barco:
El Discovery Adventure, de Discovery Fleet, una importante compañía que además de varios barcos tiene resorts de lujo y trabaja estupendamente, es un barco de 48 m totalmente renovado y reacondicionado, habiendo terminado su renovación en febrero de este mismo año (2017).
Organización perfecta del buceo, donde todo resulta muy cómodo y el buceador lo único que tiene que hacer es saltar al agua y disfrutar de las inmersiones. Nitrox, zodiacs con grandes motores, organización perfecta y ¡¡GUIA EN ESPAÑOL!!
Un barco de alto standing, donde toda la tripulación hace las delicias de los buceadores, ordenados, limpios, amables, uniformados y con verdaderas ganas de hacerte sentir de maravilla. Todos y cada uno, desde los encargados del comedor, pasando por los zodiac men, los guías…. ¡todos impresionantes!
La verdad que es un barco estupendo, con enormes espacios para los pasajeros, algo que se agradece muchísimo en un viaje donde no tocas tierra. El salón interior es realmente grande, con varias mesas donde estar tranquilamente, preparar las cámaras, y una cómoda zona de sofás y pufs para leer o ver películas casi como en el cine, dado el enorme tamaño de su pantalla.
Los camarotes son todos exteriores, en distintas cubiertas, muy grandes, con baño completo dentro y todo lujo de detalles. Limpios, bien cuidado, con lo que necesitas para no tener que cargar con un gran neceser de casa (champú, gel, jabón, cepillo y pasta de dientes). Grandes ventanas, incluso los de la cubierta más inferior con ojos de buey pero de gran tamaño, y detalles y acabados perfectos…. Nos alojamos en la cabina VIP y las enormes ventanas, una de ellas en la proa, hacía que de verdad despertarse fuera un momento mágico.
La comida es muy buena, variada, de gran calidad, y las mesas y el servicio no tienen nada que envidiar al restaurante más chic. Aunque es tipo buffet, los camareros están siempre atentos para servir las bebidas o cualquier cosa que se pueda necesitar.
Pero al margen de lo estético o visual, la seguridad que ofrece un gran barco, con todas las medidas de seguridad, protocolos y personal, es lo fundamental en un viaje como este.
Es el primer barco de buceo en el que he estado donde se ha hecho un simulacro de emergencia, dirigiendo todos a la Muster Station con los chalecos salvavidas, para explicar in situ el procedimiento de emergencia como se hace en los grandes Cruceros. Chapeau!
Por si todo esto fuera poco, que sea el barco de referencia de Angelique Sogce para sus semanas en Tubbataha, es un aliciente exclusivo; poder coincidir con ella en el vida a bordo, para compartir inmersiones, experiencias y su conocimiento del lugar, es algo realmente único.
El resto de la temporada, el barco hace otras rutas de Filipinas, como Apo Reef (de junio a octubre) y Palau (de octubre a marzo), así como las travesías.
Contratar: en Buceoyviajes.com o info@buceoyviajes.com
AGRADECIMIENTOS
Este viaje ha sido especial para mi. Por si fuera poco el haber tenido la oportunidad de conocer y compartir con alguien tan grande como Angelique, lo cierto es que el lugar, como punto de buceo es realmente IMPRESIONANTE y de lo mejor que he visto en mi vida… y llevo ya unos cuantos destinos de buceo a mis espaldas.
Pero aún más. Nuestro grupo de buceo el «Rainbow team», fue genial, conectamos estupendamente todos. Ian y Nikky desde Nueva Zelanda. He descubierto que puedo llevarme maravillosamente y tener ese punto de simpatía y complicidad ¡¡con un cazador!! Karen de USA, una mujer sorprendente, con un nieto transexual (8 años) cuya historia es más que interesante. JP, holandés, era un personaje un tanto más curioso que nos desconcertaba a veces, pero también con él se creó buen feeling. Nosotras dos. Y aunque fuera ya del grupo de buceo, gente estupenda de varias nacionalidades: chinos y filipinos principalmente, como el super poster boy David, la eterna sonrisa y felicidad absoluta. Y la tripulación del Discovery, no solo profesional pero grandes personas… cómo dejarnos a Max y Karen, tan especiales!!
Y desde luego Adrián, español viviendo en filipinas desde hace 6 años y que me ha llegado al fondo del corazón. De estas personas que entran directamente a la vena, que resultan especiales, que se van a convertir en «imprescindibles» en la vida, aunque estemos a miles de kilómetros y apenas hablemos. Un osito de peluche grandullón y tierno como el que más, la persona más sincera y coherente que he visto y que ha encontrado precisamente en Filipinas el amor de su vida, «su marido», de quien habla con la mayor naturalidad y pasión del mundo, transmitiendo esa imagen de normalidad, respeto e igualdad que tanta falta hace.
Y por supuesto, Yvette Lee, a quien los extraños hilos y coincidencias de la vida nos vincularon de un día a otro de la forma más curiosa y que fue quien me me invitó a conocer su barco y uno de los lugares del mundo que más me han impactado.
La vida es todo eso que te pasa cuando conoces gente y lugares maravillosos, y desde luego, Tubbataha se acaba de convertir en uno de los imprescindibles de la mía. GRACIAS.