Reflexiones sobre el Sardine Run filipino…
El baile de las sardinas. O el Sardine Run filipino.
Hay un punto de la costa donde se agrupa una cantidad enoooorme de sardinas, un banco de millares de individuos que es la delicia de los buzos.
Nadar entre ellas, sentir como de repente se ensombrece todo sobre tu cabeza porque te tapan cualquier resquicio a la superficie, ver las mil y una formas que adoptan, como se mueven en conjunto con rapidez… Es algo especial.
Se ha convertido en una fuente de ingresos, y por eso no está permitida su pesca.
Sin embargo, no todo es bonito. Realmente estas sardinas están aquí, totalmente pegadas a la costa en una zona de playa y restaurantes por efecto humano… ¿Por qué? Porque los vertidos de todas estas cosas y locales van directamente al mar, no tienen sistemas higiénicos y todo va a este agua, donde ellas han encontrado un lugar perfecto para alimentarse.
Pero además, semejante cantidad de vida acumulada hace que sus propios residuos (la caca, para entendernos todos) esté igualmente cayendo a mogollón sobre el arrecife, que esta realmente estropeado. El agua está turbia, ves las «cositas marrones» cayendo como lluvia de barro, y todo eso cobre el fondo.
Es decir, ellas se alimentan de la mierda humana, y a la vez estropean el arrecife con su propia mierda. Y el círculo escatologico se cierra al pensar que los pescadores de la zona llevan sus presas a estos mismos restaura tes, y son comidos por los humanos, continuando elncoclo sin fin.
Como no tienen depredadores, (su pesca no esta permitida, y la pesca general está dejando sin peces estas aguas), apenas algunas barracuda mirando con la tripa ya muy llena, la bola sigue creciendo y creciendo de forma brutal y no se mueven de aquí pues es un paraíso para ellas.
Bueno… Hoy por hoy es una atracción para el buceo, que siempre es fuente de ingresos, pero supongo que en algún momento algo habrá de cambiar. O bien aplicación de normas de higienizacion de toda ese área, con lo que se irían a otro lado a buscar sustento, o alguna acción para evitar todo un desequilibrio del ecosistema por su crecimiento imparable y consiguiente degradación del medio y de todo el ecosistema marino.