¿Y por qué no?
Son las 13:45, se avecina otro mediodía largo, apurando el trabajo, con llamadas y trabajo pendiente… Otro día más de verano, de los que empiezas a las 9, terminas pasada la media noche con media horita para comer… No me quejo, es una suerte trabajar, pero si me agobio a ratos…
El mar está cerca, pero, poco tiempo hay para disfrutarlo, aunque lo veo y oigo por la ventana, lo que quiero es «mojarme», y teniéndolo tan cerca, no puedo…
Encima, esta pasada semana casi todos los días ha hecho un viente demasiado fuerte para nuestra novateria, y entre unas cosas y otras llevamos una semana sin navegar.
Ufffff… una mirada cómplice y… «Oye, y si nos vamos ahora mismo al barco, salimos un ratito, comemos cualquier cosa navegando y ya volvemos y seguimos????
¿Y por qué no???