Enamorada de mi barco
Hoy se ha quedado el Kivuca en el varadero. Un arreglito, la patente y esas cositas que un «agüelito» siempre tiene que retocar…
Y cuando le he dejado ahí, en seco, sobre esas patitas de madera, no dejaba de mirarlo y pensar «pero qué guapo eres, jodío… cómo me has robado el corazón»
Es curioso como un barquito te puede dar esta vuelta a los sentimientos…
Es ya un año y medio y forma parte de la familia; una familia un tanto atípica la mía, formada por 2 humanos, un gato, un perro y un barco…