CategoríaReflexiones y pensamientos

1
Me lo contaron hace 26 años
2
El coche, lugar de pensar…
3
Gracias al Clínico de Zaragoza
4
Vivir y morir
5
Malpelo, un Santuario Marino en peligro
6
Reflexiones sobre el Sardine Run filipino…
7
Autoayuda y otros libros

Me lo contaron hace 26 años

Fayetteville, Carolina del Norte, un día de agosto de 1990.

Era el primer año de prácticas de estudiantes de veterinaria en USA y allí me había ido yo a aprovecharlo. Vivía en un apartamento encima de una de las clínicas del veterinario con el que estaba (el Dr. Garrett, ¡¡qué recuerdos!!) y visualizo perfectamente el momento en que uno de los sábados que estaba en casa con el noviete que me eché allí, los ojos se me abrieron como platos.

Bobby era hijo de militar de grado y aunque no pertenecía propiamente al ejército, estudiaba informática y estaba muy vinculado con la importante Base aérea de allí, donde pasaba mucho tiempo y sabía mucho de sus «tripas». Hablando de nuestras cosas, viendo una carta que estaba escribiendo a mis padres (de las que se escribían a mano, de sobre y sellos) me explicó que la US ARMY usaba un sistema de comunicación interno, instantáneo y directo por ordenador, que él ya lo había probado y era increíble, y que se estaba desarrollando para que fuera para todos…

Ya verás, Hellen – me decía – vamos a poder hablar tú y yo por el ordenador, como ahora, pero sin vernos,  aunque tú estés en España y yo aquí, pero a la vez, sin cartas, sin esperas, sin teléfonos… ¿¿No es una pasada? Y además, no sólo eso, sino que TODO va a estar accesible. Mira, con lo que nos gusta leer a los dos, ¿¿te imaginas que sin salir de tu casa puedas acceder a un libro de la biblioteca de Nueva York y leerlo sentada en tu silla?? Pues eso va a ser posible, ¡¡¡está ya en marcha!!! – Y yo no cabía en mi ser de la emoción de pensar que algo tan increíble pudiera ser verdad para los «mortales».

Este fue mi primer contacto y conocimiento de «internet». Me marcó, estuve muy al tanto y por eso empecé tan pronto. Probablemente la mía fue de las primeras casas particulares donde había uno de esos módems que funcionaban a patadas, aunque mis padres no entendían qué narices podía hacer tanto rato entusiasmada detrás de una pantalla.

Hace mucho que ya es real, de hecho, aquí estamos todos como si nada, pero este artículo con Recopilación de Bibliotecas y Museos que han abierto sus obras online, me ha devuelto por un momento a mis 22 años y el descubrimiento de lo que hoy es mi día a día . Parece mucho tiempo, pero realmente no es tanto para lo increíblemente rápido que han ido las cosas en el este terreno tecnológico.

En fin, romanticismos y batallitas de abuelo cebolleta aparte… espero que lo disfrutéis tanto como yo.

http://www.xataka.com/otros/46-museos-y-bibliotecas-que-han-digitalizado-todo-su-conocimiento-humano

 

El coche, lugar de pensar…

El «Caralibro» tiene la buena (o mala) cosa de rescatar publicaciones tuyas «tal día como hoy» de años anteriores. Me gustó volver a retomar esta, porque es tan actual!!!

Momento reflexivo – filosófico al volante
Anoche, volviendo por el Monrepós (el puerto que lleva del Pirineo a Zaragoza, para los que no lo conocen), con música clásica de fondo y sin hablar, pensaba en la infinidad de veces que he rodado esa carretera desde que a mis 18 años mis padres decidieron mudarse de Madrid a Jaca.

Y ayer me daba cuenta que cada vez que subía o bajaba ese puerto, sin saberlo o sabiéndolo, mi vida era distinta, o estaba cambiando, o a punto de hacerlo. Desde que empecé la facultad allá por 1986 (ufff) con sus años jóvenes y alocados de universidad de tantísimas vivencias concentradas, hasta que mis padres se trasladaron a Zaragoza en el 2004, esos kilómetros han sido testigos de una Hellen en continuo cambio y variaciones de estado de lo más diverso y variopinto.

Estados personales, profesionales, sentimentales, civiles, emocionales, formales, informales… estados distintos y hasta diametralmente opuestos…

Y en todos, durante más de 20 años, esa carretera ha sido como un testigo mudo y paciente confidente.

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Gracias al Clínico de Zaragoza

Igual que nos quejamos de las cosas malas, también hay que valorar y agradecer las buenas, y no quiero dejar pasar más días sin dar las gracias, en mi nombre y el de toda mi familia y los que lo hemos vivido, por el EXQUISITO trabajo, trato y dedicación de todo el personal del HOSPITAL CLINICO DE ZARAGOZA de la planta 13, donde han cuidado y atendido con el mayor mimo, atención y delicadeza una situación tan complicada para nosotros.
Es duro decir adiós a alguien que se quiere, pero cuando se siente humanidad alrededor, las lágrimas no son tan amargas.
GRACIAS, seguid así, lo necesitamos.
(No conozco nadie del Clínico, ni veo que tengan página oficial, pero si alguien conoce a alguien o quiere hacérselo llegar, nos alegraría un montón que lo supieran)

Vivir y morir

hospital

Por el derecho a decidir como terminar nuestra vida…

Hoy he hecho esta foto sin saber que justo esta noche, el programa Salvados de Jordi Évole toca un tema muy delicado, que nos toca a todos, en el que yo llevo reflexionando casi desde los 20 años, y que en estos días por lo que estoy viviendo en mi familia, cobra aún más sentido: la muerte digna. (La buena muerte, Salvados, la Sexta)

Siempre pienso mil maneras de cómo haría si un día mi vida ya no es tal…
Lo hablo con total transparencia y sin tapujos.  No me gusta la muerte, pero tengo tan claro que es la única certeza de nuestra vida, que pienso como querría que fuera la mía (las de mis seres queridos me aterran y lo llevo realmente mal)  Todo el que me conoce medianamente sabe que es algo que comento con facilidad. Discurro formas a cual más peregrina… Y todo esto porque es que es algo que de verdad llevo muy dentro y creo que forma parte de las decisiones más importantes de cada uno.
En mi caso, la forma más bonita en que me gustaría acabar mi vida llegado mi momento, sería así:  Soltar amarras del Kivuca y navegar hasta una zona de gran profundidad donde lanzarme la última vez con mi equipo de buceo para terminar en esa muerte dulce que sería el Azul.

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Malpelo, un Santuario Marino en peligro

Este mes de abril tuve la gran oportunidad de viajar a uno de los mitos del buceo: una remota isla en medio del Pacífico Colombiano: Malpelo.

Fue toda una experiencia, y al volver le propuse a Ingrid Riera, directora de la revista Buceadores hacer un reportaje sobre el lugar. Le pareció muy bien, así que me puse manos a la obra. Quería escribir de ese lugar, pero no sólo por el buceo en sí. Indudablemente poder disfrutar bajo el agua de enormes bancos de tiburones martillo entre otras especies de escualos, es algo que todo buceador sueña en su vida, pero es que lo vivido allí me hizo reflexionar y preocuparme mucho sobre el estado (mal estado) en que está la Protección de los Océanos en este mundo nuestro, donde el p*** dinero y los intereses comerciales no ven más allá de sus bolsillos.

Malpelo, paraíso de buceo

Revista Buceadore, artículo de Malpelo

La revista, del mes de octubre 2016, podéis encontrarla en cualquier quiosco o pedirla directamente a la editorial (Revista Buceadores) y os lo recomiendo, porque el papel, las imágenes, la maquetación, tienen otro encanto, además de acceder a otros artículos muy interesantes. @revistabuceadores #Malpelo

Pero aquí os dejo el escrito original, más largo que el de la revista, donde nunca hay todo el espacio que se desea, para quien pueda interesarle. Y también un video que hice durante las 24 h de travesía de vuelta

Y por supuesto, aunque suene a momento publicitario (que en cierto modo es), si queréis bucear en este destino, no dudéis contactar con la agencia de viajes especialista en viajes de buceo y de total confianza: Buceoyviajes.com

Gracias a mis compañeros de aventura  Jorge Forcada, Pili Alvarez Redondo, Oskar Lopez por la parte española y por la colombiana, Julio César Vélez y toda la tripulación del Sea Wolf, Raul Aparicio, Ximena, Javier…. 

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Reflexiones sobre el Sardine Run filipino…

El baile de las sardinas. O el Sardine Run filipino.
Hay un punto de la costa donde se agrupa una cantidad enoooorme de sardinas, un banco de millares de individuos que es la delicia de los buzos.
Nadar entre ellas, sentir como de repente se ensombrece todo sobre tu cabeza porque te tapan cualquier resquicio a la superficie, ver las mil y una formas que adoptan, como se mueven en conjunto con rapidez… Es algo especial.
Se ha convertido en una fuente de ingresos, y por eso no está permitida su pesca.
Sin embargo, no todo es bonito. Realmente estas sardinas están aquí, totalmente pegadas a la costa en una zona de playa y restaurantes por efecto humano… ¿Por qué? Porque los vertidos de todas estas cosas y locales van directamente al mar, no tienen sistemas higiénicos y todo va a este agua, donde ellas han encontrado un lugar perfecto para alimentarse.
Pero además, semejante cantidad de vida acumulada hace que sus propios residuos (la caca, para entendernos todos) esté igualmente cayendo a mogollón sobre el arrecife, que esta realmente estropeado. El agua está turbia, ves las «cositas marrones» cayendo como lluvia de barro, y todo eso cobre el fondo.
Es decir, ellas se alimentan de la mierda humana, y a la vez estropean el arrecife con su propia mierda. Y el círculo escatologico se cierra al pensar que los pescadores de la zona llevan sus presas a estos mismos restaura tes, y son comidos por los humanos, continuando elncoclo sin fin.
Como no tienen depredadores, (su pesca no esta permitida, y la pesca general está dejando sin peces estas aguas), apenas algunas barracuda mirando con la tripa ya muy llena, la bola sigue creciendo y creciendo de forma brutal y no se mueven de aquí pues es un paraíso para ellas.
Bueno… Hoy por hoy es una atracción para el buceo, que siempre es fuente de ingresos, pero supongo que en algún momento algo habrá de cambiar. O bien aplicación de normas de higienizacion de toda ese área, con lo que se irían a otro lado a buscar sustento, o alguna acción para evitar todo un desequilibrio del ecosistema por su crecimiento imparable y consiguiente degradación del medio y de todo el ecosistema marino.

 

Siempre que veo la prolija edición de libros de éxito empresariales, claves para ser el mejor, fórmulas magistrales para el éxito, amén de los auto ayuda y encuentro de la felicidad mi reflexión es la misma… Si es tan fácil, habiendo tanto material , ¿por que es tan complicado lograr éxito, felicidad y la mejor empresa?
¿Será que no está en los libros, ni existe la magia para conseguirlo, sino en la actitud y aptitud de cada uno?

libros

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